jueves, 1 de febrero de 2018

Ser pacificadores















" La paz es un don que hemos de buscar con paciencia y construir "artesanalmente" mediante pequeños y grandes gestos en nuestra vida cotidiana. El camino de la paz se consolida si reconocemos que todos tenemos la misma sangre y formamos parte del género humano; si no olvidamos que tenemos un único Padre en el cielo y que somos todos sus hijos, hechos a su imagen y semejanza." - Papa Francisco

  Seres armónicos, comprometidos con la coexistencia pacífica en los diferentes ámbitos del accionar humano, son hermanos y hermanas que abrazan la paz como cultura y estilo de vida, renunciando a toda forma de agresión.

  El Papa Francisco nos habla en su mensaje (*) que la paz, nuestro "valor personal más profundo" es primordialmente un don de Dios, es decir, no existe éxito en la conquista de la tranquilidad personal y social si no está fundada en la fuente de sabiduría y sosiego que es Jesucristo, quien nos guía a través de su palabra. El nos concede su paz porque toca nuestro corazón.

  De allí parte que el cultivo de la paz comienza desde nuestro hogar interior, nuestra alma, ¿Cómo estamos por dentro?, ¿Cómo está tu corazón?; eso solo Dios y nosotros íntimamente lo sabemos, de modo que es una valiosa oportunidad poder establecer una comunión personal con nuestro Creador y en su presencia iniciar un camino hacia la paz, en plena aceptación con humildad de nuestra humanidad.

  Luego emerge la valoración de la familia, nuestro núcleo e inmediato espacio cultural para la paz, en el cual se deben formar los principios para fomentar los valores de la fe cristiana, la ecuanimidad, la no violencia, la tolerancia, entre otros. Papa Francisco nos dice: "La casa representa la riqueza humana más preciosa, la del encuentro, la de las relaciones entre las personas, distintas por edad, por cultura y por historia, pero que viven juntas y juntas se ayudan a crecer. Precisamente por esto la "casa" es un lugar decisivo en la vida, donde la vida crece y se puede realizar, porque es un lugar donde cada persona aprende a recibir amor y a donar amor ". Evitemos llevar turbulencias al hogar, cada problema debe abordarse en su contexto y nuestra morada debe ser un sitio sagrado, tranquilo, de oración, en cualquier circunstancia.

     Artesanos de la paz y unidad

  Ser pacificadores también significa considerar la paz una "virtud activa", la cual comporta un alto grado de compromiso moral para propiciar un clima continuo de armonía, respeto y solidaridad, evitando siempre el uso de la fuerza. "Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios " (Mt 5:9) Al preservar el sentido de unidad cristiana armonizando todos los factores de una comunidad o sociedad, representamos esos trabajadores "artesanos de la paz, de unidad" (**) , personas naturalmente en quietud, generadoras de cálidos sentimientos fraternos, de concordia a favor del bien común.

  Igualmente, apreciar la misericordia como valor social es humanizarse, priorizando el cultivo de la ética de la paz, a fin de atender experiencias de emergencia en el planeta. Lamentablemente actualmente existen, a consecuencia de estados de guerra, alrededor de 250 millones de migrantes, de los cuales 22 millones y medio son refugiados, hombres, mujeres y niños afectados por esos  conflictos bélicos, como por ejemplo los situados en el Medio Oriente. El Sumo Pontífice ha exhortado (***) a la comunidad internacional a fortalecer el "espíritu de caridad", a objeto de apoyar con más ímpetu el Derecho Humanitario Internacional, basándose en cuatro piedras angulares para la acción: acoger, proteger, promover e integrar a estos seres humanos en una evidente situación de vulnerabilidad, enmarcado en una propuesta a presentarse ante Naciones Unidas para este año.

  En fin, poner de relieve la paz como principio de vida significa adentrarnos genuinamente en el camino de los pacificadores, en esa intención de contribuir con la voluntad del Padre, y así ver fortalecidos los valiosos principios que orientan la vida cristiana.

Señor, bendice al Papa Francisco en su misión apostólica. Amén.
Duinka Leal
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(*) Mensaje del Papa Francisco durante la 50 Jornada Mundial de la Paz, enero de 2017.

(**) Homilía del Papa Francisco durante su visita apostólica a Chile, enero de 2018.

(***) Mensaje del Papa Francisco para la celebración de la 51 Jornada Mundial de la Paz, enero de 2018.