" Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
ni la luna de noche."
Salmo 121: 5, 6
Firme e invariable es el abrigo del Creador. Durante los difíciles momentos de abatimiento acude a nuestro auxilio, silenciosa guía intemporal que observa cuidadosamente a su pueblo, para demostrarle en su atención su fiel amistad, su afectuoso deseo de dirección: " No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá, El que guarda a Israel " (Salmo 121: 3,4).
La protección de Dios va dirigida en primordial hacia la preservación del alma, como Aquel que paternalmente atiende su experiencia hasta la llegada hacia su reencuentro definitivo: " Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre " (Salmo 121:7, 8).
Seamos moralmente receptivos a su dedicada intención de protección, auxilio e instrucción. Su sabiduría nos va señalando el camino, cuando el Señor ve en nosotros un auténtico deseo de asumir nuestras vidas desde un alto sentido de adhesión espiritual.
Duinka Leal