"Bienaventurado el pueblo que sabe alabarte;
andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro."
Salmo 89: 15
Un cálido abrazo de Año Nuevo pleno de las bendiciones que proceden del amor misericordioso del Altísimo Jehová, Dios de toda obra de bondad inmerecida.
Sería oportuno comenzar este año conociendo un poco más sobre personas y lugares de suma importancia que aparecen mencionados en el maravilloso "Libro de los Salmos", para adquirir una comprensión más amplia del mismo.
Masquil de Etán ezraíta
Al inicio de este hermosísimo y alegórico salmo se puede leer la palabra "Masquil de Etán ezraíta", a modo de título. Esto se refiere a su autoría. Un Masquil es un término hebreo que quiere decir "enseñanza"; referido a este encantador libro de las Sagradas Escrituras guarda relación con la creación de un salmo con fines formativos, a objeto de transmitir a la comunidad la sabiduría recibida como herencia histórica/cultural proveniente de sus antepasados.
De modo que para llegar a componer un masquil salmista, la persona o el grupo de autores debían poseer una ascendencia religiosa y social importante, reconocida ante el pueblo y las autoridades de Israel. Ese era el estado del señor Etán ezraíta, todo un maestro descendiente de la tribu de Judá; prominente levita o sacerdote dentro del judaísmo, con toda idoneidad para enseñar a sus tribus.
Etán ezraíta fue un hombre admirado por su vasta sabiduría. Designado por el rey David para ser parte de las familias de los cantores del templo con instrumentos de música, salteríos, arpas y címbalos; poseía un extraordinario talento literario y musical para componer. Debieron haber sido llamativas presentaciones emotivas y solemnes. Etán ezraíta es un antepasado de Asaf, también destacado cantor y compositor mencionado en el sublime libro.
David, hijo de Isaí, de la tribu de Judá
Hijo menor del pastor Isaí con su esposa Nitzevet, oriundo de Belén de Judea (aprox. 1040 a.C.), de niño se ocupaba del pastoreo de ovejas; mientras descansaba solía tocar el arpa y componer salmos dedicados a Yahvéh.
Inspirado por Dios un día el profeta Samuel visitó el hogar de Isaí para conocer el nuevo ungido futuro rey de Israel quien provendría de su árbol genealógico. Cuando vio a David enseguida lo reconoció ungiéndolo con su santa unción. El que será el sucesor del rey Saúl elegido por el Omnisapiente, tendrá siempre de su parte Su mano incondicional y brazo fortalecedor en diferentes tiempos y circunstancias de su vida. Desde ese pacto providencial, estaba predestinado a ser un gran rey con un firme trono de importancia universal el cual hará honor a su glorioso nombre.
Luego de derrotar en una decisiva contienda al temido guerrero filisteo Goliat, David se puso a las órdenes del rey Saúl con el fin de unificar a Israel desde la expresión cultural al nombrarlo músico a cargo de su armonizadora arpa; y desde la acción militar iniciándose con la organización del paje de armas del gobierno. Es oportuno destacar que David fue un gran profeta del judaísmo; uno de los principales creadores del bellísimo Libro de los Salmos y un fino compositor; en cuanto a lo militar, desde su infancia creció vinculado al poder castrense de su época ya que tres de sus hermanos fueron soldados del rey Saúl, por lo cual estaba familiarizado con la información militar relativa a la corte.
Como el peso de David era cada vez mayor en el palacio del rey Saúl, el monarca le desató toda una persecución personal que lo obliga a huir al desierto con doscientos de sus guerreros. Posteriormente, tuvo que refugiarse en la ciudad filistea de Siclag bajo la protección de su rey Aquis de Gat, adversario de Israel. Con el tiempo ambos reyes se enfrentan duramente en la batalla de Gilboá en la mueren Saúl y su hijo Jonathan. El trágico acontecimiento lleva a David a dirigirse a Hebrón para, con el apoyo irrestricto de los ancianos de Israel, fuera nombrado primeramente rey de Judá. Decidido a cohesionar a las doce tribus de Israel, se sitúa en una ciudad neutral denominada Jebús y al conquistar la fortaleza la convirtió en su capital. La que al inicio fue llamada "Ciudad de David", sede central del gobierno, luego fue refundada con el nombre de Jerusalén.
El reinado de David duró cuarenta años, de los cuales treinta y tres fueron en Jerusalén. Fue militarmente exitoso al llegar a conquistar Siria y hasta parte de la actual Jordania. Como gobernante logró producir las bases de su Estado; en lo económico fue muy próspero y expansivo; en lo religioso le dio un extraordinario auge a la proyección de los salmistas en especiales actos culturales muy propios de la idiosincrasia judaica. Falleció en el 969 a.C. en Jerusalén, Israel.
David ha sido un gran ejemplo para las generaciones de fidelidad a Jehová. Como pastorcillo, salmista, músico, compositor, profeta, militar, perseguido de Saúl, monarca, gobernante y patriarca siempre conservó una absoluta fe y lealtad por el Dios de Israel.
Glorificando tu misericordia
Este precioso masquil resalta mucho la virtud de la misericordia de Dios. Comienza con una expresión de alabanza que honra su amor misericordioso, recordando luego su eterno pacto profético con David, su elegido y ungido para reinar por siempre a Israel.
Además de hacer referencia a su honorable alianza explica cómo será su reino eterno describiéndolo como un portentoso gobierno cuyo señorío alcanza el dominio de las fuerzas de la naturaleza, y será trascendente en el tiempo. El salmo culmina con una expresión de bendición.
Duinka Leal
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Referencias:
*https://es.m.wikipedia.org/wiki/David
