" De mañana sácianos de tu misericordia,
y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días."
Salmo 90: 14
Nuestro Padre amado es eterno e infinito su amor. En cambio, nosotros vivimos una existencia temporal, definida por ciclos transitorios desde el nacimiento hasta la muerte. De modo que el sentido de la vida cristiana debe ser la búsqueda de Dios, procurando servirle mediante nuestro paciente perfeccionamiento espiritual, humildemente conscientes de nuestra provisionalidad.
Este salmo nos inspira a pedirle al Señor que sea nuestro guía para que en su sabiduría le demos significado a cada día que pasa; que nos permita vivenciar la felicidad compensatoria y proporcional a los tiempos de aflicción que hemos sufrido; que se revele ante nosotros, su pueblo, con las favorables expresiones de su misericordia.
Padre eterno, sé la luz que nos ayude a transformar esta experiencia transitoria que es nuestra existencia humana en una especial oportunidad para acercarnos a ti. Confirma nuestro accionar aceptándolo como una humilde ofrenda de amor que llega de las manos de tu siervo a tu sagrado altar. Bendícenos diariamente para que nuestra vida tenga la dirección que quieras darle, amén.
