" Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida."
Proverbios 4:23
Cuando nos expresamos de corazón hablamos desde el núcleo del amor de Dios, ese templo sagrado del cual proceden tiernos manantiales de paz, pureza y nobleza.
Agradar al Señor es, ciertamente, consagrar nuestro corazón a todo aquello que contribuye a materializar sublimes ideales para la felicidad de las personas, en especial hacia los niños afectados por duros estados de guerra, como los de la República Árabe Siria y los de la República Islámica de Afganistán, en esa visión unitaria de todo lo que existe y merece ser feliz, por ser parte de la más sensible creación de Dios, que es la niñez.
Desde el corazón te deseo sobreabundantes bendiciones en tu vida, rodeado de ángeles que guíen tu camino.
Cálidos abrazos.
Duinka Leal
