“ Cada niño que viene
al mundo nos dice: Dios aún espera del hombre.” – Tagore
Compartir la visión de una nueva
realidad más solidaria y compasiva con
la infancia en el planeta, significa estar a la altura de uno de los compromisos
de mayor sensibilidad actual, especialmente respecto a aquellos infantes quienes sufren al verse afectados por ser nativos de territorios en los cuales
factores como los conflictos armados los han conducido a ser refugiados, desplazados o migrantes.
La respuesta humana y ética ante esta dolorosa situación debe ser la que
más se aproxime a la búsqueda de nuevos ciclos caracterizados por estar más en
consonancia con los principios establecidos en la Convención de los Derechos
del Niño, uno de los tratados más relevantes producidos por la humanidad, lo
cual comporta acciones de corto plazo a objeto de atender la emergencia
humanitaria de los niños actualmente afectados más sensiblemente por hechos
bélicos, como los de la República Árabe Siria y de la República Islámica de Afganistán.
Hacia el año 2015, según UNICEF (*) alrededor de 41 millón de personas se han
desplazado debido a la situación de violencia y conflictos en sus regiones, de
los cuales aproximadamente 17 millones son niños.
Muchos de estos niños que han salido de esos territorios
desafortunadamente han continuado inmersos en situación de vulnerabilidad, lo
cual dificulta que puedan retomar sus vidas, de allí el requerimiento de
acciones globales inmediatas para proteger sus derechos a fin de que tengan más
posibilidades y oportunidades de trascender estos duros tiempos de la humanidad.
Lo ideal sería poner fin a estos estados de guerra mediante diálogos y
acuerdos de paz, con el objetivo de ponerle límites a más desplazamientos
haciendo de este modo más factibles los propósitos inherentes a la Agenda para
la Acción sobre Niños, Migración y Desplazamiento así como los Objetivos del Desarrollo
Sostenible ODS integrados en septiembre de 2015, los cuales defienden al niño y
sus derechos en el contexto de situaciones de emergencia humanitaria. Allí se
puntualiza un trato más digno a la niñez haciendo énfasis en la eliminación
del trabajo infantil, forzoso y abuso.
Por otra parte, consideremos que facilitar estas transiciones entre
nativos afectados por situación de conflictos bélicos hacia uno más adecuado,
tiene una gran correlación en materia de servicios públicos, principalmente en
el agua. Sabemos que en esos estados de confrontación uno de los servicios más
severamente afectado es el agua por lo de “ al enemigo ni agua ". Casi nunca
hay agua en los territorios afectados por guerras y eso no exceptúa a los niños, lamentablemente. Otro es el
hábitat, tanto la infraestructura escolar, de salud como la de vivienda quedan
parcial o totalmente destruidas y los corredores creados para salir no siempre
son seguros. Como todos los niños son iguales moralmente ante el Creador y,
desde luego, ante la humanidad, es preciso ponerle punto final a esas guerras,
pensando en primer lugar en el sufrimiento y necesidades de atención de esos
niños y sus madres.
Equidad es amor…
Las acciones en beneficio de los
niños están muy ligadas al reconocimiento de sus derechos como personas, en
especial a ser tratados con equidad, como merecen todos los niños del mundo. Es
prioritario:
- Amparar al niño refugiado y a sus
madres.
- Fortalecer los programas de
educación y nutrición desde los niños en edad de preescolar para fijarlo como
principio.
- Garantizarles un espacio
apropiado, con plenos servicios públicos como el agua, electricidad, salud y
vivienda.
- Descartar formas de supervivencia
económica que vayan en detrimento de su dignidad como personas, para no afectar
su relación con el entorno y, por ende, en su futuro.
- Promover una formación
académica de altura que les permita asumir responsabilidades en un contexto que
valore ese recurso humano, ese perfil profesional.
- Ser receptivos y cooperativos
con los programas comunitarios que afiancen sus talentos creativos.
En fin, ser más sensibles a la
infancia y sus actuales circunstancias, es permitirnos hacernos más
solidarios en la construcción de un concepto más humano hacia la niñez como
cultura, valorando así su pleno derecho a la felicidad y a la paz en cualquier lugar del mundo.
Duinka Leal
__________
(*) Fuentes:
- Fondo de Naciones Unidas para
la Infancia, UNICEF: “ Estado Mundial de la Infancia 2016, una oportunidad
para cada niño ". División de Comunicaciones, Nueva York, Junio de 2016.
- United Nations Children’s Fund, UNICEF: “
Uprooted – The growing crisis for refugee and migrant children ". New
York, September, 2016.