martes, 16 de julio de 2019

La alabanza, expresión de amor a Dios


" Cada día te bendeciré y alabaré tu nombre
eternamente y para siempre. " 

Salmo 145: 2 

  Alabar al Señor quiere decir glorificar su nombre como acción de reverencia a través de canciones, melodías o expresiones que reflejen nuestra devoción o gratitud por sus bendiciones para con nosotros, su pueblo. La alabanza representa la exaltación suprema del Altísimo.

   De modo que desde el alma alabemos a Jehová por su grandeza, por cada manifestación de su misericordia en nuestras vidas, porque nos ha creado desde su amor, por su infinito perdón cada vez que erramos porque tan solo El nos sostiene y nos levanta de nuestras caídas. La eterna gloria es del Señor, los cantos de alabanza son para eso, para glorificarlo por sus obras. Nunca dejemos de alabar a Dios, sea cual sea nuestra experiencia.

   La alabanza también tiene una finalidad divulgativa, para proclamar ante nuestro prójimo la benevolencia de Dios por gracias o favores recibidos, es decir, debes comunicar a los demás ese acto generoso que el Padre celestial ha hecho por ti, sobre todo si se te ha concedido luego de haberlo pedido en oración con fe. Así se robustece la certeza de su profunda proximidad con sus hijos: " Jehová está cerca de todos los que lo invocan, a todos los que le invocan de veras " ( Salmo 145: 18 ). 

   Abraza al Creador en cada gesto de alabanza, bendice su nombre, eso agrada a su corazón. Hacerlo feliz debe producirte una inmensurable alegría espiritual.


" Grande es Jehová y digno de suprema alabanza; su grandeza es insondable." - Salmo 145: 3


Duinka Leal


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