miércoles, 16 de octubre de 2019

El Altísimo, nuestra paz, alegría y dirección


" Enséñame, oh Jehová, tu camino
y guíame por senda de rectitud."

                                  Salmo 27:11


   Proponernos vivir en concordancia con las enseñanzas bíblicas significa adquirir el compromiso consigo mismo de adecuar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones para estar plenamente en armonía con la vida cristiana, inmersos en un sendero de crecimiento, de autocorrección durante toda una vida, aceptando a Dios como nuestra suprema fuente de sabiduría, felicidad y guía existencial para procurar vivir en integridad y rectitud.

   Esa determinación espiritual nos forma el carácter con la virtud de la fe en Jehová Dios quien nos da la fortaleza, la confianza, la certeza en que por ser honrados con su protección no hay cabida para el temor ante cualquiera de las vicisitudes o alteraciones que suelen presentarse en el camino. Aquel que tiene a Dios en su conciencia nunca le confiere a otra persona o circunstancia un poder igual al suyo: " Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? " ( Salmo 27: 1 ).

   Este salmo nos inspira a tan solo pedirle a Dios principalmente algo: estar siempre en su presencia para honrarle: " Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo " ( Salmo 27: 4 ). Al tener el privilegio de su amor, responde a nuestro llamado; al ser bendecidos con su misericordia, nos saca de las crisis, al ser dejados injustamente solos en momentos difíciles, nos toma del brazo con su bondad y nos levanta. Quien en Jehová fielmente esperó no le ocultó su rostro jamás.


   " Gracias Padre por guiarme hacia tu presencia alentando mi espíritu. Sé que tan solo debo esperar en ti, cuyo amor nunca me abandona en tu tierno abrazo ". Amén. 

Duinka Leal



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