" Haz bien, oh Jehová, a los buenos,
y a los que son rectos en su corazón."
Salmo 125: 4
Infinitas gracias te damos, Dios de la eternidad, porque por confiar en ti somos similares a la alta y elevada montaña donde tú te asientas firme, estable y luminoso guiando por siempre a tu Grey...
Porque por ser tu fidelidad imponderable cuidas de nosotros del mismo modo como lo haces con tu querida Jerusalén, protegida en sus alrededores para que nunca esté separada de tu radiante presencia...
Por llenarnos de un modo muy especial con la intención de mantenernos sólidos en la fe, conducidos por tu bendita protección desde tu mirada de amor celestial...
Continúa a nuestro lado, Dios Padre, te queremos cerca de nosotros permaneciendo entre tus eternos brazos, glorificando tu santo nombre. Amén.
Duinka Leal
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