domingo, 16 de junio de 2024

Ni en la incierta fatalidad le olvido, Señor mío



"Junto a los ríos de Babilonia,

allí nos sentábamos,  

y aún llorábamos, 

acordándonos de Sion."   


Salmo 137: 1 


 La dura caída del reino de Judá y del reino de Israel por parte de Babilonia durante el reinado de Nabucodonosor II, máxima autoridad del imperio mesopotámico, representó un terrible golpe a la sensible alma hebrea. 

 Posterior a un prolongado e inclemente asedio Jerusalén fue ocupada por los componentes militares babilónicos. Su imponente Primer Templo fue objeto de saqueos, violencia, destrucción. Todo ardía en llamas mientras se escuchaban las voces ahogadas del dolor de nobles y humildes judíos quienes siendo tratados como individuos para su exterminio derramaron su sangre, falleciendo en el que ya no sería más su hogar.

 Una importante parte del sufrido pueblo de Jehová pasó a ser cautivo, y en su desolado destierro tuvo que afrontar el largo penoso recorrido de Judá hasta Babilonia. En esa nefasta experiencia ancianos, jóvenes, niños y mujeres con sus manos atadas afectados por maltratos además de carecer de suficiente agua y pan, arribaron a los espacios situados a las afueras o límites de esa ciudad en las áreas cercanas a los ríos. 

 La desterrada nación israelita fue víctima de burlas, humillaciones e ironías procedentes de sus ahora gobernantes propietarios: "Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantasémos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?" (Salmo 137: 3 - 4). 

 Los edomitas o descendientes de Edom, hermano rival de Jacob, adversaban a Israel. Ellos traicionaron a los hebreos contribuyendo tanto a la ocupación de Babilonia como a la captura de nativos impidiendo que escaparan entregándolos a sus contrarios captores: "Oh Jehová, recuerda, contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos." (Salmo 137: 7). 

 No obstante, el sentir judío nos enseña a recordar desde lo más hondo del espíritu al Dios de todo consuelo, particularmente cuando derrotados estamos entregados a manos del enemigo sin saber qué hacer. El es nuestro único Restaurador, quien nos consuela en todas nuestras aflicciones calmándonos, liberándonos y devolviéndonos a nuestra propia tierra hacia un nuevo estado existencial de adoración religiosa del mismo modo que lo hizo con el liberado pueblo hebreo, años más tarde.


Duinka Leal



lunes, 3 de junio de 2024

La primera Presidenta en la historia de México, Dra. Claudia Sheinbaum

 

El honor del pueblo mexicano, su primera Presidenta 








 Es un orgullo muy grande apreciar los increíbles avances históricos de los países hermanos de América Latina. 

 Ver triunfar a la señora Claudia Sheinbaum como la primera Presidenta electa por nuestros queridos compatriotas mexicanos, es un mensaje de confianza en la grandeza espiritual y en la credibilidad profesional de la mujer latinoamericana para guiar los destinos de nuestros países, algo impensable en otros tiempos.

 Desde Venezuela con gran afecto les deseamos a la máxima autoridad de los mexicanos, su familia y equipo de trabajo un absoluto éxito en su gestión gubernamental! 


Que viva  México!, México Querido! 


Duinka Leal


Los programas para la infancia, una de sus prioridades 

 

 

sábado, 1 de junio de 2024

Querer la naturaleza es darle protección

Los espacios armónicos son esenciales 






 



 Las diversas alteraciones que actualmente sufre el planeta las cuales afectan sensiblemente la calidad de vida de la humanidad en particular la niñez, representan una gran oportunidad para fomentar en los niños una conciencia ecológica defensora del medio ambiente.

 Siendo la infancia el grupo humano más susceptible a estos desajustes naturales, la importancia de que adquiera los valores pertinentes al cariño y protección hacia los ecosistemas, especies o espacios biodiversos es imperiosa. 

 Condiciones ambientales críticas que afectan a la infancia 

Hay que defender los corales 
Las enormes olas de calor producto del cambio climático, la angustiosa imprecisión ante las variaciones del clima, las continuas inundaciones que suceden en cualquier parte del mundo así como los vastos incendios de los bosques generan serios impactos planetarios. Una evidencia visible de esto lo podemos encontrar al ver que medios de comunicación internacionales reseñan que, a causa del ya intenso calor, los corales se tornan blancos porque expelen componentes esenciales que les daban sus nutrientes y hermoso colorido, principalmente en los océanos Atlántico, Pacífico e Indico. 

 Otro lamentable factor degradante al ambiente es sin duda la guerra. Los inclementes conflictos bélicos que desafortunadamente ocurren en algunas partes del mundo provocan desequilibrios en los suelos debido al derrumbe de infraestructuras que hunden la tierra destruyendo lugares de importancia esencial como hospitales, mercados, escuelas y avenidas ocasionando mucho dolor y hacinamientos masivos. La explosión de bombas al igual que el empleo de armas químicas afectan la composición del aire y del agua. Los niños que habitan en zonas en situación de ocupación militar sufren graves enfermedades, altos niveles de desnutrición, críticos estados depresivos, desplazamientos, inanición y delicados problemas físicos/cognitivos que inciden negativamente es sus etapas de desarrollo. 

 El planeta requiere de niños que lo amen 

 Querer el planeta es más que un sentimiento de estima y admiración. Significa proceder en correspondencia con los ideales de pertenencia, dedicación, cuidado, responsabilidad y compromiso con nuestra única casa, la Tierra. Estos principios se inculcan en la educación formal impartida en las instituciones de enseñanza oficiales y privadas, de la misma manera que en las actividades complementarias programadas por organizaciones que tratan el tema del ambiente, con especial atención al valioso aporte que hacen los infantes.

 Bajo esta consideración, tenerle afecto a la naturaleza es una necesidad que permite a los niños construir el sentido de supervivencia de la especie humana, animal y vegetal; además eso enriquece su vida emocional al atender con ternura los animales domésticos, visitar museos, parques o zoológicos. También crece en ellos tanto el criterio de coexistencia como el de amor por la vida reafirmando un fuerte vínculo con Dios, Creador del universo. 

 Que los menores de la sociedad ejerzan un rol promotor en la defensa del hábitat humano y natural propiciando la expansión colectiva de los derechos ambientales, es una extraordinaria contribución favorable al bienestar de todos concebida desde una fecunda mentalidad de preservación. 


Duinka Leal


Los niños saben dar amor 



---------- 

Referencias: 

(*) Fondo de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF: "Entornos saludables para niños sanos". Nueva York, Estados Unidos, 2021.