sábado, 1 de junio de 2024

Querer la naturaleza es darle protección

Los espacios armónicos son esenciales 






 



 Las diversas alteraciones que actualmente sufre el planeta las cuales afectan sensiblemente la calidad de vida de la humanidad en particular la niñez, representan una gran oportunidad para fomentar en los niños una conciencia ecológica defensora del medio ambiente.

 Siendo la infancia el grupo humano más susceptible a estos desajustes naturales, la importancia de que adquiera los valores pertinentes al cariño y protección hacia los ecosistemas, especies o espacios biodiversos es imperiosa. 

 Condiciones ambientales críticas que afectan a la infancia 

Hay que defender los corales 
Las enormes olas de calor producto del cambio climático, la angustiosa imprecisión ante las variaciones del clima, las continuas inundaciones que suceden en cualquier parte del mundo así como los vastos incendios de los bosques generan serios impactos planetarios. Una evidencia visible de esto lo podemos encontrar al ver que medios de comunicación internacionales reseñan que, a causa del ya intenso calor, los corales se tornan blancos porque expelen componentes esenciales que les daban sus nutrientes y hermoso colorido, principalmente en los océanos Atlántico, Pacífico e Indico. 

 Otro lamentable factor degradante al ambiente es sin duda la guerra. Los inclementes conflictos bélicos que desafortunadamente ocurren en algunas partes del mundo provocan desequilibrios en los suelos debido al derrumbe de infraestructuras que hunden la tierra destruyendo lugares de importancia esencial como hospitales, mercados, escuelas y avenidas ocasionando mucho dolor y hacinamientos masivos. La explosión de bombas al igual que el empleo de armas químicas afectan la composición del aire y del agua. Los niños que habitan en zonas en situación de ocupación militar sufren graves enfermedades, altos niveles de desnutrición, críticos estados depresivos, desplazamientos, inanición y delicados problemas físicos/cognitivos que inciden negativamente es sus etapas de desarrollo. 

 El planeta requiere de niños que lo amen 

 Querer el planeta es más que un sentimiento de estima y admiración. Significa proceder en correspondencia con los ideales de pertenencia, dedicación, cuidado, responsabilidad y compromiso con nuestra única casa, la Tierra. Estos principios se inculcan en la educación formal impartida en las instituciones de enseñanza oficiales y privadas, de la misma manera que en las actividades complementarias programadas por organizaciones que tratan el tema del ambiente, con especial atención al valioso aporte que hacen los infantes.

 Bajo esta consideración, tenerle afecto a la naturaleza es una necesidad que permite a los niños construir el sentido de supervivencia de la especie humana, animal y vegetal; además eso enriquece su vida emocional al atender con ternura los animales domésticos, visitar museos, parques o zoológicos. También crece en ellos tanto el criterio de coexistencia como el de amor por la vida reafirmando un fuerte vínculo con Dios, Creador del universo. 

 Que los menores de la sociedad ejerzan un rol promotor en la defensa del hábitat humano y natural propiciando la expansión colectiva de los derechos ambientales, es una extraordinaria contribución favorable al bienestar de todos concebida desde una fecunda mentalidad de preservación. 


Duinka Leal


Los niños saben dar amor 



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Referencias: 

(*) Fondo de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF: "Entornos saludables para niños sanos". Nueva York, Estados Unidos, 2021.

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