sábado, 16 de noviembre de 2024

Frente a tu grandiosidad


"Luz está sembrada para el justo, 

y alegría para los rectos de corazón. 

Alegraos, justos, en Jehová, 

y alabad la memoria de su santidad." 

Salmo 97: 11 - 12 


 

 Este hermoso salmo de alabanza comienza con una descripción del predominio que posee Jehová sobre las fuerzas de la naturaleza. Desde el cielo el amoroso Soberano ejerce su reinado dominando los elementos de la tierra, del agua, del aire y del fuego, ya que es su Creador. El gobierna para la felicidad de su creación, su eterna finalidad. Ante su grandiosidad queda manifiesta su supremacía: "Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria" (Salmo 97: 6). 

 Otro aspecto del salmo expresa la superioridad de Dios ante los ídolos creados por el hombre. Recordemos que antiguamente se adoraban a dioses como Baal, Aserá, Tamuz, entre muchos otros creados con formas de animales a quienes atribuyéndoles facultades divinas les rendían culto con diversos rituales. Estás entidades falsas son ilusiones, el Dios de los dioses es el único poderoso en reino y majestad. 

 El salmista exhorta a compartir la alegría: "Oyó Sion, y se alegró; y las hijas de Judá, oh Jehová, se gozaron por tus juicios" (Salmo 97: 8). Judá, cuarto hijo de Jacob, fue el origen de una de las tribus más poderosas de Israel, al punto de llegar a ser un reino autónomo en los tiempos antiguos. Su importantísima región, Judea, tiene como uno de sus lugares especiales a Belén, de extraordinario significado para el mundo judío y cristiano por ser la cuna del rey David y de Jesucristo.

 Desde luego que Judea es una muy amada región llena de historia y religiosidad. Tierra de valientes guerreros también es reconocida por sus fértiles suelos para la producción de la uva, distintos cereales, célebre vino y notable aceite de oliva, al igual que importantes espacios territoriales para el pastoreo. Es de gran significación Judea. 

 Para finalizar, tengamos presente todo lo que nos espera si verdaderamente seguimos al Rey omnipotente. Es ser merecedores de la gracia de tener nuestras almas bendecidas con su protección; nos ilumina el camino; nos alegra el corazón. Por lo tanto, con regocijo en El encontremos motivos para ser felices desde su significado, honrando siempre su santo nombre. 


Duinka Leal



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