"Servid a Jehová con temor,
y alegraos con temblor.
Honrad al Hijo..."
Salmo 2: 11 - 12
Padre amado, quiero agradecerte absolutamente todas las bendiciones concedidas durante este año que se va. Cada experiencia vivida ha sucedido porque en tus manos están mis tiempos y es tu sagrada voluntad la que permite todo en mi existencia. Siempre es necesario fortalecerse, aprender, crecer.
Gracias Señor por haber enviado a tu primogénito Jesucristo, tu ungido, el Mesías redentor. Sin El no tendríamos dirección existencial. Desde su lugar a tu derecha en las alturas guía su rebaño como el tierno pastor que conoce a cada una de sus ovejas, las que siempre atienden su voz.
Así que, anhelando permanecer en tu presencia, alabamos tu nombre Jehová y honramos al Rey de tu Reino celestial Cristo Jesús, para desde ahora y hasta el final sentirnos felices y dichosos de haber confiado en lo manifestado en las Sagradas Escrituras: "Bienaventurados los que en él confían" (Salmo 2: 12).
Duinka Leal
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