Por tener salud o la posibilidad de luchar por ella. La experiencia orgánica que le permite satisfactoriamente a tu cuerpo funcionar representa igualmente una bendición más dada por el Altísimo a tu persona...
Por todas sus continuadas bendiciones derramadas en tu existencia. Por cada oración respondida; cada súplica atendida; cada perdón conferido desde su infinito amor misericordioso y compasivo...
Por los agradables seres humanos que te acompañan, haciéndote más grato el coexistir. Sin ellos tu experiencia carecería de matices. Gracias a su presencia hay apreciable compañía en tu diario vivir...
Por el radiante sol que nos inspira e ilumina; por la cálida lluvia que nos refresca el alma; por las coloridas flores que nos alegran el corazón...
Siempre darle gracias al Señor, todos los días.
Duinka Leal
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