"Jehová, hasta los cielos
llega tu misericordia,
y tu fidelidad
alcanza hasta las nubes."
Salmo 36: 5
Amantísimo Dios Padre Jehová, hoy venimos ante ti para bendecirte, adorarte, glorificarte y agradecerte el permitirnos vivir y descansar en tu bendita presencia, Señor.
Desde lo más hondo de nuestros corazones nos deleitamos con tu palabra; con una tierna reverencia te agradecemos las expresiones de tu infinita misericordia continuada en nuestras vidas; tú Señor, nuestro Santo, el multiplicador de bendiciones a tu pueblo fiel y más allá aún.
Gracias por tu amor inagotable e incondicional que es como el sol reluciente que disipa silenciosa y sutilmente las nubes que se le aproximan; como las inconmovibles montañas de inalterable solidez; o los dulces manantiales llenos de vitalidad que nutren los cultivos a su paso.
Eres bondadoso nuestro Señor, inmutable protector de tus naciones, ilimitado proveedor de quienes requieren tu benevolencia, puerta abierta a aquellos cautivos sedientos de tu redentora libertad. Bendícenos eternamente, Amén.
Duinka Leal

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