lunes, 25 de agosto de 2025

Jesucristo, tráenos tu paz






 








 
 Bendito Jesucristo, tráenos la bendición de tu paz infinita. Esa paz que viene de lo alto y trasciende todo concepto humano. Esa paz que tan solo puedes dar tú...

 Eres tú, Hijo eterno de Dios, la calma ante la amenazante tormenta; la inconmensurable luz que traspasa las sombras; la resplandeciente vida que disipa toda amarga experiencia de dolor y de muerte...

 Príncipe de la paz, trae tu sosiego a este mundo en guerras. Sea tu divina influencia Nazareno Redentor la aplacadora de los vientos que se oponen a la armonía colectiva, y provéeles desde tu amor la esperanza a los niños, jóvenes, adultos y ancianos sensiblemente afectados por los estados de ocupación militar que suceden actualmente en diversas partes del planeta...

 Por ti Santísimo seremos amparados de todo aquello antagónico al bienestar emocional de las familias y de los pueblos. Que por medio del Espíritu Santo, enviado en tu nombre por el Padre celestial, encontremos tu paz llena de la apacible consolación, de la hermosa renovación proveniente de tu especial irradiación, Ayudador compasivo de la humanidad...

 Gracias te damos por tu sublime paz y por la vida espiritual que emana de ti, Señor Jesús. Sabemos eres la sagrada respuesta concedida por el Altísimo ante circunstancias de aflicción que requieren de tu trascendental intervención. Gracias por ser receptivo a las incontables plegarias y súplicas que realizan personas en todas partes, para poder apreciar los milagrosos actos derivados de tu anhelada misericordia, que siempre está a favor de los más vulnerables. Amén.


Duinka Leal


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