Príncipe de la Paz, Hijo de David

 

 

" Bendito el que viene 

en el nombre del Señor;

nosotros los bendecimos

desde la casa de Dios..." 

Salmo 118: 26

 

 Bendito Jesucristo, Príncipe de la Paz, infinitas gracias te damos por tu presencia. Eres el enviado del Padre, el buen Pastor que ha resucitado para cumplir la promesa de redención y salvación a sus preciadas ovejas, en un complejo mundo de aflicciones. Porque eterna es la bondad del Altísimo para con sus fieles, tú, amado Hijo de David, te encuentras siempre con nosotros haciendo prodigios de misericordia para que tengamos vida en abundancia, como lo has prometido. Eres la piedra principal que nos muestra, a quienes queremos hacer su voluntad, la puerta del Señor, y habitar así regocijados en su casa donde estarán los justos, "Bendito el que viene en el nombre del Señor", amén (Salmo 118: 26).

Duinka Leal