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| La Natividad, sagrada cuna de Cristo |
A ti, bendita Belén, te enviamos nuestros más sensibles deseos de paz. Eres el lugar santo en donde vino al mundo Jesucristo, espacio sagrado elegido por el Padre para hacer posible la promesa de enviarnos su Unico Hijo, nuestro Salvador, en la Natividad.
Le has dado a la humanidad la bendición de ser el primer hogar de Cristo enviando de ti, desde el regazo de la familia de David, la gracia del pan de vida y redención.
Por eso eres símbolo eterno de congregación devota; centro universal para la profunda oración; vínculo comunitario para compartir la alegría de los salmos; refugio divino para transmitir la armonía de tu paz a tu amado pueblo, Israel.
Sea la calidez de tu significado la fortaleza de nuestra fe, en estos precisos tiempos de reafirmación cristiana, amén.
Duinka Leal
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