" Alabad a Jehová, naciones todas;
pueblos todos, alabadle.
Porque ha engrandecido
sobre nosotros su misericordia,
y la fidelidad de Jehová es para siempre.
Aleluya."
Salmo 117: 1 - 2
Asiduamente te alabo, lleno de gratitud, Dios misericordioso. Gracias infinitas por darme la vida; eres el Amigo fiel que jamás me abandona; tu amor no está sujeto a las cambiantes circunstancias, sino que es sereno como la aurora y armónicamente firme como el crecimiento de las rosas en los jardines. Te ofrezco mis tiempos, haz de mí un ser humano dócil, sensible a tus pensamientos, alegre de saber que mi fe se incrementa al ser escuchado y atendido por ti. Bendíceme eternamente, amén.
Duinka Leal
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