viernes, 1 de julio de 2022

A 25 años de egresada


 

Feliz, con mi título en mano


" El verbo es el producto del espíritu.

Cuando hay concepción interior, es decir,

cuando hay pensamiento verdadero,

el hijo, que es la palabra, nace de tiempo,

hermoso y sano..."

Cecilio Acosta

 

  Un bonito mes de julio hace veinticinco años, me gradué de Comunicadora Social, Mención Desarrollo Comunal en mi muy querida Universidad Católica Cecilio Acosta ubicada en la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia, mi entidad regional de nacimiento. La eucaristía se realizó en el hermoso Templo San Tarcisio el 7 y el Acto de Grado fue dos días después, en el Teatro Escuela Niños Cantores. Estábamos todos los graduandos de la XIX promoción contentísimos, emocionados, altamente agradecidos de ser parte activa que daría vida al noble sueño proyectado del Padre Gustavo Ocando Yamarte de crear comunicadores al servicio de las comunidades.

Adquiriendo principios para un buen periodismo comunitario

Siempre me ha encantado escribir
  La carrera en esa época presentaba una interesante recopilación curricular con variedad de materias las cuales nos aproximaban a temas relacionados a la cultura universal como Historia de la Cultura, Cristianismo, Etica para la Comunicación, Seminario de Apreciación Musical; las cátedras propias del periodismo como Taller de Redacción y Estilo Periodístico, Periodismo Informativo, Interpretativo y de Opinión, Periodismo Televisivo, Opinión Pública; y las vinculadas al Desarrollo Comunal tales como Pensamiento Comunitario, Desarrollo Comunal o Periodismo y Comunidad. Había que leer mucho, salir bien en los estudios era un compromiso moral con el ideal de construir una profesión con calidad humana hacia lo comunal en los difíciles tiempos de una institución con infraestructuras por crear.

  Recuerdo que en mis prácticas comunitarias tuve que organizar un Taller de Valores participativo tanto en algunas comunidades como en colegios; un Módulo de Educación Ambiental con el permiso de las autoridades del Ministerio del Ambiente de ese entonces, e igualmente varios compartir con mini piñatas para niños residentes en sectores de bajos recursos situados en zonas adyacentes a la universidad.

  Mi trabajo especial de grado para optar a mi título se llamó " El rol del comunicador en la promoción de una conciencia ecológica humanista para el mejoramiento de la calidad de vida ", presentando un Modelo Operativo de Estrategias de Información Ambientalista. Luego de exponerlo delante de un jurado calificador bastante exigente, tuve la grata noticia de haber obtenido la máxima calificación con la Mención Publicación. ¡Estábamos felices!

San Tarcisio, espacio de paz

  En ocasiones iba al Templo San Tarcisio, al área del museo a sentir la paz que irradia el lugar. El Padre Ocando es una persona imposible de olvidar porque es de esos seres humanos de metas trascendentes para felicidad de la humanidad entera, que nos inspiran a pensar desde lo más elevado que puede haber en nuestros espíritus. Mis sentidas condolencias a sus familiares y a toda la comunidad universitaria de la UNICA por su partida, el Señor lo bendiga en su eterno abrigo, amén.

  Ciertamente, haber sido una estudiante de la Cecilio Acosta fue una etapa que se quedó en mí porque son aprendizajes que permanecen por siempre. El ponerle cariño a lo que se hace; el deseo de darle un valor a las comunidades a través del ejercicio digno de la Comunicación Social forma parte del carácter profesional de uno.

  En mis 25 años de egresada les doy infinitas gracias a ustedes por su atención, estima y seguimiento. Dios los bendiga.

Duinka Leal 



Templo San Tarcisio, Ciudad de Dios



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