miércoles, 16 de agosto de 2023

Obra en nosotros











" Si Jehová no edificare la casa, 

en vano trabajan los que la edifican..."

 Salmo 127: 1 

 El salmo 127 contiene valiosas enseñanzas relacionadas con aspectos esenciales en nuestras vidas y espíritus: lo único sólido que trasciende es aquello construido desde la presencia de Dios; la vocación al trabajo, fuente de provisión alimentaria y otros beneficios; también destaca la importancia de los hijos, sagrada herencia natural concedida por Jehová. 

 A saber, lo que procede del Eterno Altísimo está lleno de su esencialidad por tanto puede considerarse una proyección de sí mismo, de su grandeza, de su sostenibilidad, de su solidez. Es que a Él debemos considerarlo la roca inconmovible que supera el transcurrir del tiempo, o las condiciones del espacio, para nada vulnerable a los accidentes humanos. Su rasgo protector de todo lo concebido a partir de su intención es muy superior a la del hombre, entre frágil susceptible a los cambios o alteraciones que pudieran acaecer. Únicamente lo inmutable duradero es lo que creamos bajo la bendición del constructor del universo, todo lo demás es efímero a causa de su propia inconsistencia. Sin embargo, el Poderoso de Jacob obra en nosotros. 

 Igualmente, el salmista exhorta a levantarnos bien temprano para ganarnos el pan, beneficio de nuestra labor productiva, logrando atender las necesidades básicas del hogar, su calidad de vida para el bienestar de la familia con la ayuda de Dios.

 Para terminar, nos enseña a considerar nuestra descendencia lo de significado más grande, lo más estimado por nosotros, a quienes debemos inculcarles valores fundamentales, es decir, el sentido de pertenencia; el amor filial que cohesiona; y la protección del patrimonio familiar: " He aquí, herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre " (Salmo 127:3).  

 Duinka Leal

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