" Espere Israel a Jehová,
porque en Jehová hay misericordia,
y abundante redención con él..."
Salmo 130:7
Como lo más anhelado debemos esperar a Jehová. El debe sentir que es lo más amado de nuestra alma, nuestro refugio, lo esencial en nuestras vidas. La actitud adecuada es la de la fiel expectativa de quien cree absolutamente verá en nosotros esa lealtad que lo lleva a tratarnos desde su amor misericordioso, pasando inadvertidas nuestras transgresiones.
" Mi alma espera a Jehová más que los centinelas a la mañana..." (Salmo 130: 6). Los Centinelas son seres escogidos por el Pastor de Israel para profetizar, iluminar, persuadir, advertir, orientar y proteger a su pueblo. Velan por ellos desde sus murallas en el plano físico, vigilantes guardias quienes reconocen a lo lejos amenazas o visitas amistosas; igualmente en el plano espiritual anuncian mensajes aleccionadores o beneficiosos al dirigirse por igual tanto a justos como a injustos. Nadie espera con más fervor al cariñoso Creador que un centinela.
Naturalmente, aprendamos del salmista a hablarle al Benévolo desde lo hondo del alma. La súplica de obtener su atención se hace con humildad, reverencia, pretendiendo nos traiga su redención y liberación. El es nuestro misericordioso Salvador, nos responderá de un modo concreto desde la comprensión del tiempo que tiene su espíritu a fin de rescatarnos del pecado y de la muerte; y nos consolará de nuestras tribulaciones para que podamos consolar a quienes estén padeciendo cualquier aflicción.
Duinka Leal
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