 |
| La ternura da felicidad |
Los duros tiempos de guerra generan situaciones que demandan una alta exigencia de orden afectivo, particularmente en la niñez sensiblemente afectada por estas lamentables circunstancias de conflictos bélicos.
 |
| El afecto supera la tristeza |
En países del Medio Oriente como Palestina, Israel, Siria, Yemen, Irán, Irak y Líbano las ocupaciones militares producen serias alteraciones que lesionan profundamente tanto el alma como la infraestructura material propia de la ciudadanía inmersa en las regiones que reciben sistemáticamente implacables ofensivas castrenses provenientes de países adversarios por aire, tierra y mar. Es evidente que los niños árabes/hebreos/persas sufren de momentos de extrema angustia, desasosiego, depresión, crisis de llanto, incertidumbre y miedo.
Aspectos beneficiosos de la afectividad
No existe fuerza más grande que el amor. El amor es un sentimiento esencialmente preservador, atento al cuidado, sufrido, preocupado y responsable. Por eso, cuando estimamos a alguien o a algo, siempre le brindamos nuestra atención desde la intencionalidad de cuidarle, ayudarle, atenderle, auxiliarle.
 |
| El amor siempre nutre |
La significatividad de lo afectivo se afianza siempre en las épocas de confrontaciones armadas. Todo sabemos cuánto dolor ha habido y hay en los niñitos y el resto del pueblo palestino, israelí, sirio, iraní, irakí, libanés y yemení. Tan solo un posible abrazo en medio de tanta aflicción cuando se activan las alarmas o caen los misiles es lo que los puede consolar ante la inminente calamidad.
* La afectividad le otorga significado a la existencia. Durante las etapas caracterizadas por tener que a juro tomar aliento para honrar el deseo de vivir, adquiere mayor fuerza el fomentar en los infantes una visión de trascendencia temporal. Es necesario comunicarles expresiones tales como: "esto va a pasar", "nada es eterno", "todo pasa", "siempre hay un mañana", "busquemos refugiarnos hasta que pase esta pesadilla", "Dios es muy grande", "hay personas que nos están ayudando y tarde o temprano van a llegar"...O sea, ellos deben comprender que son tiempos y como todo está en movimiento lo que están viviendo es naturalmente transitorio. Con ternura hay que transmitirles que la vida está primero en períodos de gran riesgo y transición. El cariño reafirma el instinto de supervivencia.
 |
| Sentido patrio reafirmador |
* El amor contribuye a la conformación de una adecuada autoestima. No debe ser una experiencia nada fácil el conservarse de pie interiormente cuando todo lo exterior se derrumba. Esos derrumbes son internos también. Sin embargo, más grave sería abandonarse a sí mismo. Digámosle a los menorcitos lo mucho que valen, lo mucho que nos importan, destaquemos sus más hermosas cualidades haciendo fuerte en ellos su concepto personal. El poder de la autotransformación interior es una facultad que se desarrolla lentamente. La infancia que crece en etapas de conflictividad territorial por lo general encuentra en sus recursos espirituales modos excepcionales de afianzarse, en lugar de desfallecer.
* La calidez afectiva promueve la superación de las dualidades vida/muerte, paz/guerra, triunfo/fracaso, amor/odio, etc. Las bellas emociones constituyen el lado luminoso de la existencia. Es preciso propiciar un clima de sensibilidad pleno de sentimientos que incrementen en ellos el peso de los valores frente a la amenaza orgánica del antivalor. A los niñitos hay que crearles contextos específicos para que se conecten allí con la vida, la paz, el triunfo, el amor. Esto coadyuva a la estimulación de su sistema inmunológico y a su madurez emocional. No hay derecho a que se sientan seres derrotados porque ellos no tienen la culpa de lo que está sucediendo.
 |
| Llevan en el alma a su país |
* Se afianza el sentido de patriotismo. Los estados de guerra alteran completamente los ecosistemas, el hábitat familiar y el colectivo. A los niños se les debe reconstruir la experiencia atendiendo a la valoración profunda de la patria con sus símbolos, resaltar el heroísmo de quienes la defienden, ya que representa la herencia histórica que están adquiriendo para en el futuro poder vivir tranquilos y felices en su territorio nacional.
* Motiva a lograr grandes sueños. Seamos los más importantes motivadores de los sueños e ideales de nuestros niños. La decadencia que surge en épocas bélicas no tiene en lo absoluto que significar la anulación de sus expectativas futuras. A saber, cuántas notables personalidades universales tuvieron primero que atravesar duros ciclos a consecuencia de que sus países estaban sufriendo experiencias de conflictos castrenses? Hay muchos ejemplos de gente realizada y exitosa en su adultez que supo asimilar las hondas enseñanzas que se adquieren durante temporadas así. Los pequeños tienen derecho a soñar, a permitirse crearse una imagen creativa de un brillante futuro pese a sus actuales sufrimientos.
 |
| Pueden alcanzar sus sueños |
* Los aproxima más a Dios. El cultivo de la fe en la Divinidad siempre emerge desde un ser humano íntimamente ligado al amor de Dios, independientemente de su edad. Cuando los niños oran, producen profundos lazos emotivos que los hacen más armónicos, pacientes, resilientes, positivos, profundos.
En la genuina oración se encuentra eso, el abrazo consolador y confortador del Altísimo, quien siempre se lleva el tiempo del dolor, y nos trae gradualmente el tiempo de la paz, de la alegría y de la prosperidad.
Duinka Leal
 |
| El cariño alivia el dolor de la guerra |